Missing Migrant Project da a conocer resultados de estudio
Integrantes de la organización La Unión del Pueblo Entero se manifestaron ayer en McAllen contra la separación de familias indocumentadas.
Ap, Notimex, Reuters y Sputnik
Periódico La Jornada
Martes 31 de julio de 2018, p. 25
http://www.jornada.com.mx/2018/07/31/mundo/025n1mun
Dallas
Un total de 200 migrantes han muerto en lo que va del año al cruzar la frontera México-Estados Unidos, cifra ligeramente menor a la reportada en el mismo periodo de años anteriores, informó ayer Missing Migrant Project, iniciativa que documenta ese tipo de decesos en todo el mundo.
Entre el primero de enero y el 30 de julio de este año han fallecido 200 indocumentados, poco menos que en el mismo periodo de 2017, cuando se documentaron 214, mientras en 2016 fueron 208.
Unos 118 de los 200 decesos en lo que va del año ocurrieron al cruzar la frontera por el sur de Texas.
Desde enero pasado, 34 cuerpos de migrantes han sido encontrados en el condado de Brooks, extensa área desértica al norte de McAllen, Texas.
Ese condado pasó a ser el área más mortal para los migrantes a lo largo de la frontera con México, ya que suelen caminar decenas de kilómetros por áreas desiertas para evadir un punto de revisión de la Patulla Fronteriza ubicado en la comunidad Falfurrias, sobre la carretera 281.
Otras 64 muertes se han registrado en lo que va del año a lo largo de la frontera de Arizona con México, de Yuma a Douglas.
Democracy Now
Jul 9, 2018
Across the United States, thousands of migrant
children remain detained alone after the Trump administration forcibly
separated them from their parents at the border. Yet, despite the news
about the United States’ human rights abuses of migrants, asylum seekers
keep risking the dangerous journey to the United States. Texas-based
human rights lawyer Jennifer Harbury has lived in the Rio Grande Valley
in Texas for more than 40 years and has long worked with people fleeing
violence in Guatemala, El Salvador and Honduras. She also knows
intimately the U.S. roots of this conflict. Her husband, Efraín Bámaca
Velásquez, was a Mayan comandante and guerrilla who was disappeared
after he was captured by the U.S.-backed Guatemalan army in the 1980s.
After a long campaign, she found there was U.S. involvement in the
cover-up of her husband’s murder and torture. We speak with Jennifer
Harbury in Brownsville, Texas, about this history and this U.S.
involvement in today’s conflicts in Central America.