Viacrucis del migrante

Basta de extorsiones y matanzas, exigencia a Calderón en Oaxaca
La Jornada, 23 abril 2011

Ciudad Ixtepec, Oax., 22 de abril. Carlos Daniel Santos Maldonado, joven hondureño de oficio ayudante de albañil, quien representó a Jesucristo en el Viacrucis del Migrante protagonizado por un grupo de centroamericanos, dijo haber sentido “el mismo sufrimiento y dolor que todos mis paisanos y hermanos sienten cuando salen del país y dejan a sus familias, a sus hijos, a sus padres, y van por el camino padeciendo hambre, frío, abusos y maltrato”.

Con el cansancio reflejado en el rostro, pero también con la emoción del momento, luego de caminar tres días tras de cruzar el río Suchiate –que divide a México y Guatemala–, Santos Maldonado llegó desde el jueves a Ciudad Ixtepec, municipio de la región del Istmo de Tehuantepec, junto con alrededor de 40 migrantes centroamericanos. El objetivo de la marcha es repudiar la matanza de personas en San Fernando, Tamaulipas, y la persecución de que son objeto los indocumentados.

Dijo que lo que más le duele es el abuso de las autoridades, la impunidad de quienes asaltan, violan y matan a sus compatriotas y a los demás hombres, mujeres y niños que dejan atrás tierra y familia para tratar de llegar a Estados Unidos, donde muchas veces sólo entran para ser deportados.

Señala que ya son tres sus intentos por llegar a Estados Unidos –sólo en una ocasión ha tenido suerte–; hace tres años permaneció algunos días en Corpus Chrisi y luego lo echaron, pero como miles de mexicanos, centro y sudamericanos, lo sigue intentando.

“Que las autoridades nos dejen pasar; sólo queremos llegar para el otro lado”, pide el joven originario de Corinto, poblado hondureño enclavado en la frontera con Guatemala.

Sobre La bestia

La mañana de este viernes, la procesión de migrantes, religiosos y activistas salió del albergue Hermanos en el Camino; en oración llegaron hasta las vías del ferrocarril, y al pasar por la vieja estación celebraron la llegada del tren –La bestia, le dicen– con más centroamericanos.

Aprovecharon el arribo de La bestia para montarla y escenificar ahí el Viacrucis del Migrante, que congregó a los lugareños. El intenso calor no minó los ánimos de los indocumentados que subieron al tren cargando las cruces de madera y mantas en las que exigen respeto a sus derechos humanos.

La activista Elvira Arellano, de la organización Familias Unidas Sin Fronteras, dio lectura a las oraciones de cada estación de la Pasión de Jesús, que después se intercalaban con las frases: “los migrantes no somos criminales, somos trabajadores internacionales” y “ni una muerte más, ni una masacre más, todos tenemos derecho a emigrar”.

Después, quienes escenificaron estos días el viacrucis irrumpieron en las oficinas de la agencia del Ministerio Público del fuero común, donde el sacerdote Alejandro Solalinde dijo que ahí han presentado tantas denuncias y “(a los migrantes) se les ha escuchado muchas veces, pero nunca se les ha hecho justicia”.

Mencionó que para los defensores de los derechos de los indocumentados ha sido un martirio estar padeciendo por malas personas y por policías corruptos, que lejos de entender con tantas denuncias y señalamientos, inciden en el maltrato, robo, violaciones y extorsiones, sabiendo que nada les va a pasar por tanta corrupción que ha prevalecido en Oaxaca.

“De aquí salieron los últimos judiciales que robaron a migrantes y también ya fueron denunciados”, acusó. Asimismo, señaló que el nuevo gobierno de Oaxaca les ha pedido tiempo para cambiar las cosas, y se “lo estamos dando”, porque después de más de cinco años que hemos estado poniendo denuncias contra malos servidores públicos, esta sería la primera vez que un judicial podría ser llamado a cuentas”.

Más tarde dio comienzo la crucifixión frente a las oficinas de la Procuraduría de Justicia en Ciudad Ixtepec, como un acto de protesta por la mala aplicación de la justicia en perjuicio de los indocumentados.

El salvadoreño César Alexander Gómez Moreno, de 15 años, y el hondureño Marvin Antonio García Perdomo, de 20, personificaron a los ladrones bueno y al malo que fueron crucificados junto a Jesucristo.

El momento fue por demás emotivo; los centroamericanos que ayudaban a sostener las cruces dijeron sentir el momento como una manifestación clara de denuncia “contra las autoridades corruptas de Oaxaca y México, que nada hacen” por frenar tantas agresiones, extorsiones y homicidios de migrantes.
“Ojalá la cosa cambie. ¿Sabes cuánta gente ha venido a México y ahora no sabemos nada de ellos? Eso duele. ¿Por qué está pasando?” –se pregunta un migrante que pide, “por favorcito”, no publicar su nombre. “Con uno que falta en casa ya es suficiente para mamita, ¿sabes?”

Interrogados sobre lo que representa la crucifixión en el mundo católico, los religiosos Francisco Javier Sánchez Hernández, director de la Universidad Pontificia, y Heiman Vázquez y Alejandro Solalinde, responsables de los albergues de migrantes Hogar de la Misericordia, en Arriaga, Chiapas, y Hermanos en el Camino, de Ciudad Ixtepec, respectivamente, coinciden en que es el día más doloroso; es como se recuerda la Pasión de Cristo.

“Pero no sólo la del Jesús histórico, sino que nos sigue doliendo la pasión que sufren nuestros hermanos migrantes en su paso por México, así como los migrantes mexicanos y del resto del mundo: de África, de Asia; nos duelen todos y pedimos en este día por que los gobiernos no criminalicen la migración”, demandó Solalinde.

“Hoy recordamos la pasión de Jesús y nos compromete a no repetir su juicio, que fue injusto, y por eso debemos luchar por un mundo con menos sufrimiento y dolor, por un mundo más justo, y hoy también tenemos la obligación de denunciar la injusticia que se da en el mundo contra los migrantes que tienen que dejar su tierra, familia y propiedades por problemas de guerras, narcotráfico, pobreza e intolerancia religiosa; en fin, por todo lo que está pasando”, planteó el sacerdote Heiman Vázquez.

Solalinde comentó que el presidente Felipe Calderón “ya está por salir, y si no cambió antes su política en materia de seguridad, no creo que lo haga ahora”. Por ello –añadió–, el próximo 28 de abril asistirá a la reunión en el Centro Nacional de Comunicación Social convocada por el poeta Javier Sicilia, cuyo hijo fue asesinado recientemente en el estado de Morelos, junto con otras seis personas.

En ese encuentro se tratará de elaborar una propuesta con la participación de organizaciones no gubernamentales, intelectuales y líderes de opinión, como una estrategia para movilizar a la sociedad civil, más allá de cualquier interés faccioso o de partido, de cara a la elección presidencial de 2012, sólo para mejorar México y que esto ya no toque fondo y empecemos todos juntos a rescatar al país.

Trataremos de elaborar –detalló– una propuesta más que nada para la sociedad civil, como una estrategia alterna a las instituciones, no contraria, alterna, toda vez que lo otro no ha funcionado; queremos que se involucre la sociedad civil. “Elaborar una propuesta para demandar al gobierno medidas de solución y salir de tanta impunidad, corrupción, inseguridad, vigilar, denunciar y, sobre todo, perder el miedo”, enfatizó.

“Las instituciones no han sido capaces de sacar a México de la violencia en que vivimos, de toda esta masacre, que aunque el gobierno no quiera reconocerlo, muchas de las víctimas son migrantes, y afirma que son narcofosas para evadir su responsabilidad y decir que es parte de la lucha entre narcos; es una forma irresponsable del gobierno, aunque la verdad muchos de estos son migrantes mexicanos y centroamericanos”, denunció.

Por su parte, Rubén Figueroa, de Amnistía Internacional, señaló que en México el gobierno crucifica a los migrantes con sus omisiones, con su irresponsabilidad y con su complicidad con bandas del crimen organizado que hacen daño a los indocumentados.

¿Cuántos muertos más quiere México para actuar?

Pidió a representantes de otros organismos internacionales que volteen a ver a México para que pugnen porque se acabe esta tragedia, que ahora tiene una cuenta de 177 cuerpos hallados en fosas clandestinas de San Fernando, Tamaulipas, “y aquí preguntamos al gobierno de México cuántas muertes más quiere para actuar; México es el Gólgota del migrante”.

La noche de este viernes tuvo lugar la procesión del silencio, con la cual concluyó la escenificación de la Pasión de Cristo.

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